lunes, 25 de enero de 2010

AmanecE





Duermo. Duermes. Duerme. Dormimos. Dormís. Duermen. Sueño. Dulce, dulce inconsciencia. Suenas estridentemente. Ella se enciende con excesivo brillo de luz amarilla. Me enfado con los dos, os odio. Vienes a despertarme otra vez. Hace frío y ella sigue siendo muy molesta. Ya, ¡ya me levanto! Te miro, por dios ¿quién eres tú? Me mira con sueño y con cansancio "Vuelve por donde has venido" parece decir. Me lavo la cara. Joder, que fría estás. Se seca la cara, ahora más despejada, pero su expresión poco ha cambiado. Me despido de ella hasta que nos volvamos a encontrar en un nuevo reflejo. "¿Vienes conmigo? No, hoy no" Así que se va. No lo volveremos a ver hasta por la tarde. Pero a vosotros eso no os importa. Y a ellos menos. Recojo, cojo y repaso: está todo. ¡Adiós! Me picas el billete sin saludar siquiera, para tí sólo soy 2€ más, ¿no es cierto? Ella empieza a resoplar, pero sin pitar, sin avisar, nunca. Pase lo que pase. Pero nos lleva a donde nos hace falta, con su voz programada. Primera y última parada. A la estación por donde sale el sol.

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