lunes, 31 de agosto de 2009

Adiós, querida exasperación

Yo solía luchar, alzar la voz cuando me alteraba –no me doy cuenta hasta que me encuentro gritando- quejarme, protestar, en definitiva, intentar hacerme oír. Digo solía porque a partir de hoy he decidido no volver a dejar que lo que digan ellos me altere, eso ya se ha acabado. Visto lo visto es lo mejor, total para el caso que recibía es lo mismo y no gasto fuerzas a lo tonto. He aprendido lo que quieren oír después de la frase que les gusta decir, es la misma rutina siempre así que no habrá problema. No quieren saber la verdad ni lo que pienso porque normalmente tengo una visión pesimista y eso trae peleas y reproches, no les preocuparé innecesariamente, no les gusta. Estaré bien haciendo la función de loro, me han enseñado un par de frases, las que debo decir, cuándo y cómo. Sólo espero no dejarme arrastrar por esa falsa comodidad y caer presa del conformismo, me odiaría a mí misma si llegara a enterarme de que me pasa algo así. Qué horror.

Aunque mientras tenga un blog anónimo podré despacharme a gusto, es un alivio, no tengo que preocuparme si le gustará a alguien más, sólo tiene que gustarme a mí. De momento, lo estoy intentando.

Por eso es por lo que he decidido adoptar un ejemplar único de mukusuluba, uno y ya, claro, no me sobra el sitio y si es único es precisamente por eso, porque no hay más. He oído que alguien quiso llamarlo Hipólito, pero no me gusta. Es nombre de señor calvo con cabeza redonda y gafas gruesas con montura al aire.
Nada que ver con un ejemplar único de mukusuluba.

domingo, 30 de agosto de 2009

Aventuras nocturnas

3.08 a.m.
El insoportable y pegajoso calor nocturno se mezcla con la incomodidad de saber que el aparato contra los mosquitos está desenchufado a favor de tener el portátil conectado.
Ya lo sé, hasta estos extremos llega mi adicción al mundo cibernético. Un agosto en el sur de una Península Ibérica, de cuyo hemisferio no quiero acordarme, a unas horas de la noche en las que el maldito calor decide que no es lo bastante tarde como para irse a dormir. Bien, tampoco yo me voy, veamos quién gana.

A tales intempestivas horas mis párpados dicen que hasta aquí hemos llegao, y protestan, dejándose caer. Finalmente cedo, al fin y al cabo, las conversaciones trascendentales se acabaron hace media hora, la mayoría de los que quedamos luchamos por cabezonería contra la fuerza de atracción de la almohada. Despidiéndome a trompicones con absurdas excusas sobre fuerzas mayores gobernantes en la casa, cierro mi conexión a la red y desconecto cables y enchufes con la suavidad de quien sabe que puede ser pillado con las manos en la masa en cualquier instante. Ah, las emociones de la clandestinidad.
Una vez recogido el tinglado me surge la duda: encender luces con el consecuente peligroso riesgo de despertar a los durmientes o bajar escaleras con curvas a lo Pocahontas –descalza- a riesgo de dar un traspiés y matarme. Unos titubeantes latidos después decido lo segundo, si sucediera lo peor ya hay buitres dispuestos a hacerse con mis posesiones más preciadas, pero mínimo estarían bien cuidadas, y a mí, que URI y Pastafari me tengan en su gloria que a ellos me encomiendo.

Una última mirada y maquinaria en mano, abandono mi acogedora alcoba para enfrentarme a los imponentes escalones. Desde la oscuridad no se ve una mierda, negrura por todos lados, pero al menos puedo tomarme mi tiempo. “Respira: un, dos, tres…venga joder” Allá que voy.

Mis pies descalzos van tocando con cuidado uno a uno de los escalones con seguridad, y mis oídos siguen tanteando el aire atentamente, en busca de sonidos delatores. Ya estoy llegando a la mitad…y se acabó. Con aire triunfal me dirijo al salón toda orgullosa “ja!”, dejo el pc en su sitio, media vuelta y…me quedo en una postura estúpida, congelada, digna del típico baile que toda persona baila al saberse con la casa para ella sola. Acabo de toparme con una sombra, que no es la mía, por supuesto, alta y esbelta, muy delgada que me observa con el mismo asombro helado que me atenaza en ese momento.

Lo que no sé es como no grité en ese momento, supongo que el miedo a que me pillaran era mayor al ser sorprendida por alguien en la oscuridad, porque yo sabía que todos estaban durmiendo y, siendo sincera, nunca esperaría encontrarme un ladrón andando por el salón de mi casa. Los sitios en que normalmente esperas algo así es detrás de la puerta del cuarto de baño o agazapado en la placa de ducha, no sé por qué, simplemente es un sitio perfecto para tal efecto. Si yo fuera a robar a una casa intentaría estar el mayor tiempo posible escondida, no andar dando vueltas por el salón como una idiota, pero bueno es mi opinión, no intento dar lecciones de cómo robar en casas ajenas a nadie.

El caso es que la sombra me recordó a alguien, no sé el qué pero tenía un aire familiar e inmediatamente empecé a pensar en mi hermano. Mi hermano entrando en casas ajenas a robar. Dios mío, mi hermano, un sucio y asqueroso ladrón. Me dio una pena enorme, casi se me saltan las lágrimas. Joder, mi hermano pequeño, un desecho de la sociedad en la tierna adolescencia. ¿Qué habíamos hecho mal? Quizá no debimos dejar que se peleara por los juguetes de pequeño, me dije, seguramente eso le había llevado a pensar que podía coger lo que quisiera si le apetecía. Pobre hermanito, caído en las garras de la delincuencia en plena pubertad. Casi se me escapó un sollozo, casi, aún debía de pensar en mantener el silencio. La familiar sombra debió de pensar lo mismo porque me hizo señas. Eso me extrañó y me hizo pensar, si era un ladrón, ¿qué hacía ahí parado? ¿No debería haberme amordazado y atado y dejarme cual fardo en un rincón cualquiera? ¿Nada de amenazas, ni violencia ni navajas/destornillador? ¿Dónde estaba la acción y la tragedia de esta intrusión nocturna?
-¿Estás tonta o qué? Vamos ya pa arriba, que se nos hace de día como sigamos aquí parados ¬¬

Me llevé un susto y un alivio grandísimo al mismo tiempo. ¡Mi hermano! ¡Le había dado la espalda a la vida de vandalismo y robos trasnochados y había vuelto a casa! Enormemente emocionada le di un abrazo y él me dio un empujón que casi me tira al suelo, pero que se me antojó muy cariñoso. Volvió a insistirme en volver a nuestros cuartos a dormir y yo, con mi alegría le contesté con un entusiasta “Sí!”.

Craso error.

El sonido de mi voz hizo que arriba se removieran los durmientes y provocó nuestra huida hacia los respectivos dormitorios en velocidades inhumanas. En esas tropecé al doblar una esquina, pero no me paré a comprobar daños. A la mañana siguiente descubriría un enorme moratón y un dolorido dedo del pie, pero ahí acabó la cosa. También me enteré de que mi hermano había ido a dejar la psp que había estado usando clandestinamente al mismo tiempo que yo hacía lo mismo con el ordenador, para que no se diga que no somos familia.

La lección que se saca de la historia es que no hay que hacer el tonto a esas horas, ponernos de acuerdo para bajar e inventarnos una excusa, para la próxima vez.

Bueno, también todos aprendimos, progenitores incluidos, a asegurarnos de cerrar bien la puerta, porque esa noche nos entraron y al día siguiente encontramos una ganzúa –probablemente se le habría caído del bolsillo- detrás de la puerta del cuarto de baño. Yo tenía razón, no se debe hacer el tonto en el salón de madrugada con las luces apagadas.

jueves, 27 de agosto de 2009

Los que hablan porrino, cuando cantan, lo hacen fino

Llevo pensando en eso un tiempo, en cómo la gente canta sin darse cuenta lo que dice la letra de la canción, de cualquier canción. Está el ejemplo del “voulez vous coucher avec moi…?”, ¿quién no ha cantado eso alguna vez? Vamos, que nadie se haga el loc@, yo la cantaba de pequeña hasta que me contaron lo que significaba, a partir de entonces lo seguí cantando, pero bajito.
Se cantan las canciones de reggaeton (las cuales aprovecharé para aclarar, no me hacen mucha gracia tirando a que las odio con todo mi pequeño ser) diciendo que quieres más gasolina, que lo que te gusta es que te den duro y que mira que impresionante es aquello donde la espalda pierde el nombre…y ni siquiera se dan cuenta de lo que están diciendo al cantar eso. Pasa con esa y con todas, muchas veces no te das cuenta de lo que dices hasta que te paras a pensarlo y ya es demasiado tarde. Le acabas de decir a tu vecino de arriba, ese al que espías cada vez que sale a comprar el pan “vente pa mi casa que yo te doy gloria”… Las canciones son muchas, de todos los estilos y con frases variadas, el repertorio es amplio. Por esto y otras cosas yo prefiero cantar en inglés. La mayoría de la gente no sabe lo que estás cantando o si puede averiguarlo no se fija. Puedes decirle a alguien por ejemplo “I wanna fuck you like an animal” y no creo q nadie te mire raro ni se escandalice. Pues prueba a decirlo en español.

Bien pues decidí un día que así podría dominar el mundo. La población borrega (que es una gran mayoría) canta en su propio idioma cosas que no diría siendo consciente de lo que suelta y sin importarle con tal de que sea rítmica y repetitiva.
La conversión es tal, que la gente con acentos del sur o con acentos más cerrados, cambia totalmente su pronunciación cuando canta una canción en la que tiene que pronunciar las “ces” y las “eses” finales por ejemplo. Lo sé porque yo misma soy del sur de España y lo veo cada día al escucharme en la ducha o escuchar a las demás personas de mi alrededor cantar cual gallo al amanecer.

Por eso crearé con ayuda de unos pocos elegidos, una discográfica que saque a la venta discos con todo tipo de música, en realidad da igual el estilo, da igual incluso la calidad, porque todo el mundo sabe que a la gente, (al menos la gente a la que se puede conquistar con este truco porque es sumamente estúpida) cuanto más baja es la calidad, más se repite y más tonta es una canción, más les gusta. Tendrán letras estúpidas, que les harán caer bajo el poder de los mensajes subliminales, y entregarme el mando de sus patéticas vidas.

Así que ese es mi plan para la dominación mundial, canciones repetitivas, insulsas, malas y que, para desgracia de todas aquellas personas a las que les gusta la buena música, sonarán las 24h del día en las radios y canales musicales y permanecerán siempre en los primeros puestos de las listas. A todas esas personas que posiblemente me odiarán para los restos, les ruego me perdonen.



Un momento.


Eso ya existe. Mi fantástica idea de dominación mundial ya está siendo llevada a cabo por otros seres desalmados, aquellos quienes vieron la oportunidad y se me adelantaron. Adiós a mi plan infalible.

Odio haber nacido tarde.

viernes, 21 de agosto de 2009

Muérdete la boca. Hazlo tú porque si no lo haces, lo haré yo y, créeme, no va a gustarte. No será como otra veces, como el preludio anterior a la tormenta. Las tormentas son algo agradable, son geniales.
Necesitaremos las últimas palabras de Williams mientras sube los 13 peldaños. Algo con mucha garra. Si quieres, te las inventas.


Primera Plana

domingo, 16 de agosto de 2009

saturación

Aquí todo es verde. El suelo, las paredes, las mesas, las sillas, los cuadros sin vida, todo. Hace tanto tiempo que llevo viviendo en esta monocromía que la mayoría de las veces ni la noto. Estoy segura de que si alguna vez se introdujera otro color diferente algo se resquebrajaría. Si yo viera, digamos un azul, como el del cielo en los días de verano - en realidad no recuerdo cómo era ese color, pero sí sé que era intenso- creo que me quedaría ciega. Sería un contraste demasiado grande para que mis ojos pudieran soportarlo.
En este lugar en el que siempre hace verde, las personas han adquirido también el color reinante, impregnándose de su esencia como si fuera aire, como si tuviera vida. La diferencia está en que aquí el aire nunca sopla, jamás, porque ya no tiene vida ni fuerzas para hacerlo. También hubo un tiempo en que se podía saber que tipo de sentimientos experimentaban las personas por el tono verde de su piel, pero poco a poco fueron desapareciendo los tonos más brillantes y luminosos, y los que eran más tenues y suaves. Ahora sólo queda el verde. Un verde apagado que ha absorbido todo lo que tenía vida, la esencia de las personas, la del aire y la de todo lo que pudiera existir con energía. El maldito color ha conseguido arrancarnos el alma, dejarnos un alma verde. Es lo único que existe: verde, verde por todas partes.

domingo, 9 de agosto de 2009

Alquilo aparato contra los mosquitos (eléctrico) durante una semana a cambio de un paquete de recambios de pastillas (se entiende que sin usar) para dicho aparato.
Razón: click en "seguidores"(me pondré en contacto con l@s interesad@s tan pronto como ést@s aparezcan en el recuadro)

PD: no se aceptan cheques, tarjetas de crédito ni de débito, así como tampoco la tarjeta de compra del corte inglés, bonos regalo, cheques descuento, dinero en efectivo ni favores de ningún tipo. Pastillas de recambios para el aparato, sólo eso.

jueves, 6 de agosto de 2009

El 90% de lo que sale de mi boca son tonterías, el otro 10% se corresponde con el tiempo que paso en pensarlas y respirar.

Así que, naturalmente, esto es una soberana tontería

miércoles, 5 de agosto de 2009

Acto primero. Escena primera.

Estamos en pleno verano, cuando Agosto pega con fuerza haciendo que tu cuerpo gelatinoso se derrita y patine sobre sí mismo al intentar desplazarse.

-¿Qué hay de comer?
-Lentejas

"Lentejas", que palabra tan fea. Ya suena mal en cualquier época, con que no digamos en Agosto.

-¿Sabes mamá? Te ahorraré el drama,- intento controlar mi expresión mientras en mi estómago aún se oye el eco de esa palabra tan rematadamente ordinaria, -hoy me conformo con el pan.