Acto primero. Escena primera.
Estamos en pleno verano, cuando Agosto pega con fuerza haciendo que tu cuerpo gelatinoso se derrita y patine sobre sí mismo al intentar desplazarse.
-¿Qué hay de comer?
-Lentejas
"Lentejas", que palabra tan fea. Ya suena mal en cualquier época, con que no digamos en Agosto.
-¿Sabes mamá? Te ahorraré el drama,- intento controlar mi expresión mientras en mi estómago aún se oye el eco de esa palabra tan rematadamente ordinaria, -hoy me conformo con el pan.
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