domingo, 23 de mayo de 2010

¡A la mierda!

Después de un pequeño experimento que hice dos días ha, me he dado cuenta de que a la gente le gusta que la insulten. Les parece gracioso que alguien llegue y les suelte una frase con un par de hipérbatos (lo sé suena fatal, ¿verdad? Viene en la RAE id allí y preguntad) y al final que los comparen con alguien que tenga un serio retraso como el probecito de “pim, pam toma lacasitos”. Les gusta aplaudir que alguien los llame imbéciles, así que no extraña el tirón que tienen personajes como House o Risto Mejide (aunque he escogido dos que tienen más –House- o menos –Risto- ingenio a la hora de humillar a alguien). Lo que pasa es que la gente, quién si no la gente, es muy comodona, y lo es hasta para reírse. Le gusta el humor tonto, ir al insulto fácil –aunque no me extraña con esos programas que se tragan…¡si es que las visten como putas!- que lo que os gusta es el morbo, escándalos y atropellos a la dignidad humana de la gente –pobrecita la gente-.

Y en estas estaba yo, gran desconocida y genial desapercibida, mirando cosas en tuenti, y me dio por escribir una bordería de esas que tanto me gustan. Al momento tenía dos comentarios que contesté y cuando me di cuenta, otra vez tenía otros dos (uno era de un perro y no sé si cuenta, pero era comentario como los demás y yo no discrimino). Después por cosas que no vienen al caso ni interesan a nadie –nadie siempre metiéndose en todo- pues escribí otra cosa y la palabra “puta” estaba en la frase. A los pocos segundos ya tenía una ventana conversación abierta en el chat -que también, quién me manda a mí tenerlo conectado- felicitándome por los estados de esa tarde. Fue una de las conversaciones más largas que he tenido en el chat del tuenti y era con una persona con la que no hablo demasiado normalmente.

Conclusión: aunque siempre nos hayan dicho que las palabras malsonantes, palabrotas, insultos y similares no hay que decirlas porque hacen llorar al niño Jesús, ¿o eso eran las mentiras? Nevermind, en realidad las palabrotas unen a la gente, y a la gente le encanta estar unida. A mí la gente no me gusta mucho, pero las palabrotas sí. Considero que deberían decirse más alto, más a menudo y con más ganas. Descargas adrenalina cada vez que mandas a alguien a la mierda (haciendo hincapié en –errrrr-) y te sientes mejor contigo mismo y con el mundo. Y ya se sabe, no es bueno guardarse las cosas dentro, que se ponen rancias.

Así que ya sabéis, ¡que os jodan a todos!

2 comentarios:

Dusty Machine dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=JadyaKBePDw

http://www.youtube.com/watch?v=T0kTiKCC3UI

Sara V. H. dijo...

mi perro opina que esta muy bien que no discrimines sus comentarios.

yo digo: desde pequeña me dijeron que era una malhablada por utilizar palabrotas, pero bah... ¡que les follen a todos!